Gran Premio TC '70, 51° (18-20/12/70)

[Jorge Alejandro OCHOA]

1° Etapa: Venado Tuerto - Mendoza
Nuevamente en 1970, el campeonato del TC (en este caso Fórmula A), iba a finalizar con un tradicional Gran Premio de mucha extensión. La largada se iba a concretar en Venado Tuerto, Provincia de Santa Fé, siguiendo hasta Mendoza. De allí partía la 2ª etapa, saliendo de Tunuyán hasta Zapala, y de allí la tercera y última hasta Viedma, en la Provincia de Río Negro.
Desde 1967, que no finalizaba una temporada con el clásico Gran Premio. Esta vez se había reunido un parque cerrado un total de 61 inscriptos. El pueblo de Venado Tuerto, se había visto invadido por mucha gente proveniente de todo el país. Había muchísimas camionetas de auxilio, cuyas patentes denotaban el origen de las mismas. Muy temprano el viernes, el público se iba agolpando para ver de cerca la largada de los autos, en busca de la ruta pautada. Llegada la hora de la largada donde hubo de todo. Desde los aviones surcando el cielo de la localidad santafesina, la emoción de los familiares de pilotos y acompañantes. Los clásicos asados y todo lo que conformaba la gran fiesta del T.C. en la ruta. Había una muchedumbre a ambos lados de la ruta de largada a lo largo de más de 500 metros.

Primera etapa: Venado Tuerto-Mendoza.
A la hora señalada, la bandera nacional, cayó sobre el capot del auto de Luis Rubén DI PALMA, y el Torino blanco arrancó rumbo a su destino. La mayor ovación fue para los locales Roque BOYLE y Santiago KOVACEVICH. Eran los representantes locales en la carrera.
Ya en carrera, en esta primera etapa el trío que se iba en punta era el conformado por Luis, Gastón PERKINS y César Horacio MALNATTI. A los Torino, intentaban seguirlos los Dodge de BORDEU, LOEFFEL y Cacho FANGIO. Éste último avanzó mucho en la zona de tierra, pero no le alcanzó para dar cuenta de uno solo de los productos de IKA. El rigor del camino se hizo sentir en el tramo Laboulaye-Villa Mercedes. Escapes y suspensiones pagaron tributo a la dureza de la ruta elegida. CASTAÑÓN debió parar más de media hora por problemas eléctricos en San Luis. Decía DI PALMA sobre el tramo de tierra. "...andando en punta fue bravo pasar, así que me imagino que los de atrás se las deben haber visto negras". Llegado al parque cerrado, el segundo Gastón PERKINS, confirmada lo afirmado por Luis y agregaba. "digamos que el camino estaba áspero como pata de langosta".
Tan dura fue la primera etapa que el 40% de las máquinas debió desertar. Asimismo, era calamitoso el estado de las tan solo 36 máquinas arribadas a Mendoza. De los representantes de Ford y Chevrolet, apenas GRILLI arribó penúltimo en la etapa. El resto habían desertado y los tradicionales rivales casi no abrigaban esperanzas en el G.P.
Para Chrysler, las cosas tampoco eran una maravilla. Lamentaban la deserción de BORDEU, que en un momento había llegado a terciar por el segundo lugar. En tanto FANGIO lograba llegar undécimo. Era tal el estado de los autos de la marca, que nadie imaginaría que alguno de ellos podría superar la 2ª etapa. Tan solo un Fiat 1500 (EUSEVI), y cinco Peugeot 404, encabezados por CASTAÑÓN, trataban de oponerse a la aplastante mayoría de Torinos. Así la marca con el motor más perjudicado por reglamento, lograba superar a sus rivales, pero sus cultores mostraban en sus máquinas signos inequívocos de la fatiga, pudiendo observarse cubiertas bastante deterioradas por suspensiones maltrechas.
A la falta de las marcas tradicionales, se le sumaba la escasez de público en la llegada del Liceo Militar en Mendoza.

[Jorge Alejandro OCHOA]

Segunda etapa: Tunuyán-Zapala.

Esta sería la etapa de la verdad. Partieron a las 17:00 hs del sábado 19 de diciembre de 1970, el grupo de autos "chuecos" y maltrechos, con pilotos ojerosos, rumbo a Tunuyán, para desde allí a las 7 iniciar la segunda parte del Gran Premio.
Debido al poco tiempo entre una y otra etapa se produjeron algunas deserciones, como la de Carlos Walter LOEFFEL, Néstor PERLAN y Juan LULUAGA. Casi queda afuera también el joven Juan María AYARZA GARRÉ, quién sobre la salida descubre la rotura de un caño de frenos.
Separados por intervalos de 30", los sobrevivientes partieron con DI PALMA a la cabeza. En la salida se destacó notablemente Oscar FANGIO, quién se adueñó de la punta, y desde atrás se vió un vertiginoso avance de Eduardo VOLPICINA. Regresando a Mendoza, BELLAVIGNA contaba: "a juzgar por los resultados, para nosotros fue un desastre. Las bochas de los diferenciales se recalentaron y quemaron las juntas. Cuando la arena empezó a entrar se produjo el desastre. Las bolillas quedaron hechas polvo y el calor de la fricción cortó las carcazas como un soplete. Así perdimos el auto de BORDEU y el de LOEFFEL. Las parrillas de las suspensiones y los amortiguadores también nos dieron dolores de cabeza. Pero los motores anduvieron de maravillas, a pesar del poco tiempo que llevamos desarrollándolos".
Finalmente de los 33 que largaron esta segunda etapa, tan solo 21, llegaron a Zapala. Se produjo el vuelco de José MANZANO, y abandonaron AYARZA GARRÉ, FANGIO, VOLPICINA y Alfredo MANZANO.
Finalmente Luis DI PALMA ganaba la etapa con la misma solvencia que en la primera. Gastón PERKINS manifestaba: "lo que anda el auto de Luis es una barbaridad". El mejor piloto con el mejor auto, hacían una conjunción imbatible.

[Jorge Alejandro OCHOA]

Tercera etapa: Zapala-Viedma.

La patagónica ciudad de Viedma, no dejó pasar la oportunidad de trascender y fue un excelente anfitrión para las tripulaciones que arribaron al final del Gran Premio. Luego de una etapa donde DI PALMA siguió cómodamente dominando, con Gastón regulando, MALNATTI retrasándose y permitiendo que TEMPONE se colocara tercero. Pero al llegar a Neuquén el trío de punta volvía a ser el mismo con MALNATTI completando el podio. Abandonaron todos los Dodge, y el clasificador final mostraba adelante a 9 Torinos.
En el parque cerrado todo el público, pudo codearse con el campeón más joven del TC hasta aquel 1970, Luis Rubén DI PALMA, ver a TEMPONE, descubrir a Francisco ESPINOZA, a MALNATTI, mirarlo a PERKINS, el campeón saliente.
Pero el otro gran ganador del Gran Premio era Oreste BERTA. Fue el hombre de Alta Gracia quién elaboró un motor muy confiable que puesto en el auto de Luis, Gastón manifestaba que era inalcanzable. BERTA acusaba 195 HP en el motor de Luis. La parte final del G.P., la hizo DI PALMA sin embrague. El gran derrotado, fue el "almacenero volador", César Horacio MALNATTI, quién con la preparación de DÁNGELO, tuvo el enorme mérito de discutirle al dúo BERTA-DI PALMA.

[Jorge Alejandro OCHOA]

Más notas del Gran Premio. Saludos.

[Jorge Alejandro OCHOA]

Estas fotos aparecieron en la doble página central, poster de la Automundo 295, posterior al Gran Premio del '70. Saludos.